TRADICIONES Y FOLCLORE POPULAR

bailesLiébana es una comarca donde las tradiciones y costumbres se han mantenido presentes entre sus habitantes. En las largas noches de invierno, cuando la nieve cubría los campos y las aldeas, la familia se reunía en la cocina en torno al fuego. Era el momento para que los más ancianos, que habían recogido la tradición de sus mayores, enseñasen al resto de la familia su particular legado que incluía los mitos, leyendas, cuentos y romances, que así, oralmente, trasmitían a las nuevas generaciones.

Cuando un cura del pueblo cantaba su primer misa el acontecimiento religioso no pasaba desapercibido. Con el fin de acompañar al nuevo «misacantano» hasta la iglesia las jóvenes del pueblo cantaban canciones y portaban un arco engalanado con flores y cintas, bajo el cual iba el nuevo cura. Igualmente, la llegada del obispo hasta las parroquias era un gran motivo de satisfacción para los vecinos.

etno4Al entrar la primavera, todas las tardes de los domingos, a excepción de los de Cuaresma, al son de tambor y pandereta, se hacía baile en los pueblos; también, se realizaban novenas en la iglesia o ermita y, durante el mes de mayo, después de concluir las faenas, se juntaban los vecinos a rezar el rosario en la iglesia y las mozas cantaban las «flores a María».

Pasado el tiempo de carnavales, de comparsas y zamarrones, llega la Semana Santa que siempre se ha vivido con gran fervor religioso. Bedoya es el valle donde mejor se conservan estas tradiciones; el Calvario, el Rosario de la Buena Muerte, los cantares de Resurrección y la procesión con las estaciones del Calvario, son algunas de esas manifestaciones de religiosidad popular.

En Vega de Liébana se celebra el domingo de Ramos una procesión , desde la iglesia parroquial de la Vega hasta la iglesia parroquial de Vada, portando en andas a la Virgen de la Piedad, de gran devoción en el municipio. Durante la procesión se realiza el viacrucis de las estaciones del Calvario.

Liébana ha sido lugar de origen de bailes y danzas populares que diversos grupos folclóricos de la región han potenciado, como el «Trepeletré», » El Pericote» y «El Pájaro Bobo».

etno7Sin duda las coplas con mayor ingenio y más representativas del sentir tradicional y folclórico de la comarca, han sido las que se entonaban cuando algún miembro de la comunidad rural se casaba. Desde muy antiguo existe la tradición de «pedir los derechos», que así se denomina al regalo que debe de hacer un mozo de otro pueblo o valle a los mozos del pueblo donde ronda a la moza con pretensiones de llevarla al altar. Generalmente el regalo consistía en una cántara de vino o un cordero. El día de la ceremonia religiosa se preparaban canciones que, de forma espontánea, entonaban mozos, mozas e invitados al banquete nupcial.

trajetipicoLlegado el verano comenzaba en los pueblos la labor de la recogida de la hierba. La actividad tradicional se paralizaba hasta que se iniciaban las romerías y fiestas en aldeas y ermitas. San Juan, en la Virgen de la Luz; San Pedro, en Tresviso; San Pedro de Toja, en Bedoya; Valmayor, en Potes; San Tirso, en Ojedo; La Salud, en Áliva; San Bartolomé, en Frama; el Corazón de Jesús, en el Pico San Carlos, y la Cruz, en Potes, están entre las romerías más concurridas.

Pasaba el verano y comenzaba el otoño, con la época de la vendimia. Después de recoger el fruto, llevarlo a las tinas y pisarlo, la familia y los vecinos se reunían en torno a la alquitara donde se elaboraba el orujo.

El ciclo anual que giraba en torno a la vida del lebaniego iba concluyendo con la llegada del invierno, cuando los villancicos, el «ramo de Navidad» y, las canciones de aguinaldos, sonaban con gran fuerza en todas las aldeas de la comarca.