Naturaleza
La comarca de Liébana es un territorio perfectamente definido, de montaña -incluso de alta montaña en algunas zonas-, que es atravesado por el río Deva y sus dos principales afluentes: el Quiviesa y el Buyón.
Territorio cerrado al que desde el norte sólo se puede acceder por el Desfiladero de La Hermida, carretera que discurre paralela al río Deva y entre escarpadas murallas de roca caliza, casi verticales, algunas con más de 600 metros de altura.
Comarca de una variedad climática sorprendente, donde se alterna un microclima propiamente mediterráneo con los rigores de la meteorología alpina en las zonas más elevadas.
Una reserva natural donde aún perviven especies arbóreas autóctonas: encinas, alcornoques, robles y hayas, formando intrincados y bellos bosques en el que sobreviven especies protegidas como el oso, el corzo o el urogallo.
SITUACIÓN Y ACCESOS
La comarca de Liébana se encuentra situada al SO de Cantabria, limitando con León, Palencia y, Asturias, con una extensión aproximada de 550 km2. Las altas cumbres marcan y definen su situación geográfica, ya que se encierra en un círculo de alrededor de 35 kilómetros de diámetro.
Por el norte se encuentra el macizo de los Picos de Europa, declarado Parque Nacional, con los Picos de Santa Ana (2.596 metros) y el Pico Tesorero (2.570 metros); por el oeste, Peña Remoña (2.247 metros) y Pico Coriscao (2.234 metros); por el sur, los puertos de alta montaña de Pineda (1.738 metros); puerto de San Glorio (1.609 metros), Sierras Albas (1.306 metros) y puerto de Piedras Luengas (1.373 metros); y, finalmente, por el este, Peña Sagra (2.042 metros) y el puerto de Taruey, conforman las alturas principales.
Liébana se encuentra en el interior de dicho nudo de montañas, definida por medio de sus municipios: Camaleño y Cillorigo, atravesados por el río Deva; Vega de Liébana o Cereceda, por donde discurren las aguas del río Quiviesa; Pesaguero y Cabezón de Liébana, atravesados por el río Bullón y, en el centro, la villa de Potes.
A Liébana se llega por medio de tres vías de comunicación importantes; el puerto de San Glorio (1.609 metros), desde León; el puerto de Piedras Luengas (1.313 metros), desde Palencia, y siguiendo la costa, por Unquera y Panes, atravesando el imponente Desfiladero de la Hermida.
RÍOS
Tres ríos, el Deva, el Quiviesa y el Bullón, con sus correspondientes afluentes, son los más importantes que atraviesan los diferentes valles de la comarca. El Deva nace en Fuente Dé, pasando por el municipio de Camaleño, la villa de Potes, donde recibe las aguas del río Quiviesa, y entrando en el municipio de Cillorigo, por el pueblo de Ojedo, recibe las aguas del río Bullón, para atravesar luego el Desfiladero de la Hermida, hasta unirse con el río Cares. Es un río donde destacan los cotos de pesca de trucha y salmón.
El río Bullón nace en Peña Labra y desciende por los municipios de Pesaguero y Cabezón de Liébana hasta unirse con el Deva en Ojedo y, finalmente, el río Quiviesa, que nace en el puerto de San Glorio y desciende por el municipio de Vega de Liébana hasta unirse con el Deva en la villa de Potes.
GEOLOGÍA
En el aspecto geológico destaca en la comarca la caliza de montaña, sobre las pizarras y areniscas, con un gran e importante valor paisajístico. Liébana, geológicamente hablando, está constituida principalmente por rocas del Paleozoico (Era Primaria); pero sin duda, son las rocas del Carbonífero las predominantes. Del Carbonífero Inferior, son las calizas que conforman el macizo Central y Oriental de los Picos de Europa y la zona norte de la comarca, y del Carbonífero Superior, las pizarras y areniscas del centro de la comarca.Limitando con Palencia aparecen pizarras y areniscas, que se corresponden con los períodos Silúrico, Devónico y Carbonífero y que sin duda son las formaciones rocosas más antiguas de Cantabria. Las areniscas rojo parduscas del Triásico y los conglomerados compactos del Carbonífero se encuentran en la zona nororiental de la comarca; además, se pueden contemplar una serie de depósitos de materiales de origen glacial y fluvial, principalmente en Fuente Dé, Áliva, Peña Vieja y Desfiladero de la Hermida.
CLIMA, VEGETACIÓN Y FAUNA
La situación de la comarca lebaniega, rodeada de grandes alturas, hace que tenga un microclima muy especial, encontrándonos ante un islote seco y soleado en medio de la montaña atlántica. El verano es luminoso y seco, refrescado por los vientos del NE; el invierno es suave, sin importantes descensos bruscos de la temperatura, dominando durante la época veraniega los vientos del nordeste y durante el otoño e invierno los vientos del noroeste. El viento sur también aparece en la comarca, aunque de una forma más esporádica.
En los meses de noviembre a enero suelen predominar las heladas, aunque es de destacar una mayor ausencia de nevadas y finalmente hacer mención especial a la temporada otoñal, con tiempo seco y temperaturas suaves, donde la naturaleza de la comarca adquiere una belleza especial, que se manifiesta principalmente en sus bosques, con una variedad de tonos digna de mención.
La vegetación de la comarca es muy peculiar con presencia de ejemplares típicamente mediterráneos, como la encina y el alcornoque, entremezclados con bosques de tipo atlántico, como el hayedo y el robledal. La encina, junto con la cagiga, tiene una presencia importante en las zonas bajas de la comarca; el roble tocio o rebollar, está muy extendido. Éste es resistente a heladas y nevadas tardías, situándose preferentemente en las solanas, desde los 400 a los 1.300 metros. El roble albar se sitúa en valles o laderas suaves y en umbría, donde se encuentra desde los 500 a los 1.400 metros; principalmente, entre 600 y 900 metros.
El hayedo, es el bosque más numeroso en Liébana, situándose en laderas de umbría desde los 600 hasta los 1.700 metros. El abedul, se encuentra en pequeñas manchas, en el límite superior de algunos hayedos y el castaño se manifiesta en bosques mixtos o en ejemplares aislados centenarios; el alcornoque o sufra se sitúa generalmente en las laderas expuestas al sol, desde los 400 a los 800 metros.
Liébana presenta, también una amplia variedad de vegetación. Tejos, alisos, acebos, avellanos, chopos, fresnos, etc., son otras de las muchas especies que nos encontramos. Finalmente, entre los 1.600 y los 2.000 metros de altitud, se encuentran los puertos de alta montaña, rodeados de altas cumbres y, donde pasta el ganado durante los meses de verano.
La comarca tiene una rica e importante variedad de fauna, destacando las especies en vías de extinción como el oso, urogallo, águila real y la presencia esporádica de ejemplares de lobo. Los corzos, venados y, en los Picos, el rebeco, también son muy abundantes, al igual que el jabalí, que es objeto de cacerías reguladas en los diferentes montes de la comarca. En los ríos, la trucha, la anguila y el salmón, son especies muy apreciadas.
RECURSOS
La ganadería es la principal fuente de ingresos de los habitantes de la comarca, siendo la vaca pardo-alpina la raza más numerosa. Entre las razas autóctonas destaca la vaca tudanca, muy apreciada por los ganaderos de la comarca. El ganado ovino y el caprino son la materia prima fundamental para la elaboración de los afamados quesos con denominación de origen.
El subsuelo lebaniego es muy rico y existe una importante constancia de explotaciones mineras, principalmente en los Picos de Europa, destacando la presencia de la blenda acaramelada (sulfuro de cinc) y los yacimientos de calamina (carbonato de cinc) y galena (sulfuro de plomo). La última explotación fue la de las mina de Áliva, cerrada hace unos años.
La distribución de la superficie de Liébana es de 57.483 hectáreas, que se reparten así: tierras de labor, 566 hectáreas; prados, 12.294 hectáreas; terreno forestal, 37.768 hectáreas; erial, 253 hectáreas; improductivo, 5.929 hectáreas y, otras superficies, 673 hectáreas.
El turismo ha experimentado un crecimiento espectacular en Liébana. Aprovechando la magnífica naturaleza de la zona se practican múltiples actividades al aire libre, que cada día están cogiendo mayor auge entre los visitantes que llegan a la comarca. Las rutas a caballo, con ejemplares adaptados al medio; las bicicletas de montaña, para recorrer pueblos y senderos; el quad, moto de cuatro ruedas; las rutas de senderismo; las rutas en vehículos 4×4; el descenso de cañones; la escalada y el contemplar el valle desde un parapente, son algunas de las actividades que gozan de mayor atracción para las personas que desean un contacto total con la naturaleza en una comarca excepcional.
PRODUCTOS Y GASTRONOMÍA
Liébana, por la singularidad de su microclima, ha sido una comarca donde hasta hace unos años se cultivaba el trigo, la cebada y, el centeno. Aún se conservan los viñedos, principalmente en el valle de Bedoya (Cillorigo), constatados documentalmente en la comarca desde el siglo IX. Las patatas, garbanzos, judías, lechugas, tomates, cebollas, ajos, pimientos, etc, unidos a una gran variedad de árboles frutales, como los manzanos, cerezos, perales, melocotonales, avellanos, ciruelos, nogales, etc, ofrecen al visitante la posibilidad de poder adquirir los más diversos productos lebaniegos y, además, de gran calidad.
Los embutidos artesanos son excelentes: chorizos, lomo, morcilla, borono, panceta, etc., y las carnes, exquisitas, puesto que el ganado se cría en verdes y ricos pastos.
La comarca es un paraíso quesero, con dos denominaciones de origen: «Picón Bejes-Tresviso» y «Quesucos de Liébana». El «Picón Bejes-Tresviso» se elabora con leches mezcladas de vaca, cabra y oveja. Es un queso graso, de forma cilíndrica con caras planas, corteza blanda y delgada de color gris, con zonas amarillo-verdosas. Su interior es de pasta compacta y con ojos, untosa, de color blanco, con zonas o vetas de color azul-verdoso, lo que determina un exquisito sabor levemente picante. Se madura en cuevas naturales de caliza entre los 500 y 2.000 metros de altura, donde se desarrolla el penicillium, que le da un inigualable sabor.
Los «Quesucos de Liébana» son quesos también de mezcla, utilizando leche de vaca, oveja y cabra, y pueden presentarse ahumados o sin ahumar. Con una forma cilíndrica o discoidal, es un queso graso, de pasta firme y compacta; cuando el quesuco es ahumado adquiere el color, olor y sabor característico.
El orujo de Liébana es otro de los productos de gran renombre. Desde el año 1985 se elabora en alquitaras fijas y en instalaciones adecuadas, continuando con el mismo proceso artesanal que se ha transmitido a través de generaciones. Una copa de orujo siempre se agradece después de las comidas y su buen aroma y paladar se puede apreciar tanto en el orujo natural como en los diferentes licores: miel, té, hierbas, frutas, etc. No debemos concluir éste apartado sin citar al tostadillo, vino dulce y licoroso, elaborado mediante la selección de las mejores uvas de la cosecha y que es magnífico para acompañarlo con postres o con dulces.
La cocina tradicional lebaniega es de gran calidad, debido a que la materia prima es de indudable prestigio. Las sabrosas carnes, delicia de los visitantes; las hortalizas y verduras de las huertas; las truchas y salmones de los ríos; las legumbres de sus tierras; las setas de temporada; el delicioso cocido lebaniego; los postres caseros, elaborados a través de generaciones; la variedad de quesos de superior calidad y el té del puerto con orujo, hacen que el visitante que llegue a la comarca disfrute de una cocina tradicional con productos de primera calidad. Cocina tradicional presente en la gran oferta de establecimientos hosteleros que se encuentran repartidos por los diferentes municipios de la comarca lebaniega.
Quiénes somos
"Liébana y Picos de Europa" es la Guía multimedia interactiva más completa editada hasta la fecha sobre esta rica y variada comarca de la Comunidad Autónoma de Cantabria.